Aun hasta el día de hoy, hay poder en la sangre que Cristo derramo.
La palabra tengo sed refleja que ya casi no quedaba líquido en su cuerpo. Daba hasta la última gota de su sangre por nosotros.
Dice la palabra que aun en el final una espada traspaso su costado, y así Dios lo permitió por si aun quedaba algo mas que dar, así su hijo lo daba TODO.
Juan 19:34 Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.
Cuando el Señor te pide un sacrifico de tu parte para el, ¿como se lo puedes negar? El lo dio todo por nosotros sin escatimar nada.
Romanos 8:32 El que no escatimo ni a su propio Hijo, sino que lo entrego por todos nosotros, ¿como no nos dará también con el todas las cosas?
Señor poco soy para servirte, pero en lo que tú estimes que yo debo hacer, heme aquí mi rey.
Cuando sirvamos a Dios, no lo hagamos por gloria, ni prestigio, ni posiciones. Hagámoslo solo por amor y agradecimiento. Al final, solo el lo hace posible.
Pastor Pablo Caballero.
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